Autorretrato


 Autorretrato- 

Esta es la fotografía que elegí como entrega, aunque me costó estaba entre esta y dos más que dejo más abajo. Esta toma tiene un revelado, para aumentar el contraste, además de un reencuadre para eliminar la zona blanca que quedaba debajo, a continuación dejo la toma original.

Hacia mucho no me retrataba de un modo tan performático, me costo mucho primeramente pensar la foto, de hecho no hice preentrega porque no supe realmente salir de ese esquema de -la foto para la red social- que suele quemarnos la cabeza (al menos a mi aunque no suba casi nunca fotos, irónico, pero en momento de virtualidad se consume mucha red social para todo, desde trabajar, comprar, informarse, incluso entregas de la facultad son en redes sociales, y cuesta salir de ese molde).
Me plantee para esta materia contar historias a partir de los objetos/sujetos retratados, y no quería que este autoretrato quedara lejos de eso.
 Mi primer entrega fue en base a las flores de nácar de mi abuela, no hace falta aclarar que mi amor por ella es grandísimo y que mucho de lo que soy se lo debo a ella, recuerdo las tardes ayudándola con las plantas, que me enseñara los nombres, y cómo o cuándo regarlas, que me regalara plantas cuando ya fui mas adolescente/adulta (aunque tenia menos de 18) y que me pidiera que cuide las de ella cuando se enfermó. Debo confesar que me tome un tiempo cuando falleció, me aleje un poco de eso que me conectaba con ella porque me costaba. Pasaron algunos años, y muchas de sus plantas no estaban mas, pero muchas otras las pude -revivir-, empecé a llenar la habitación, y el balcón, regalarle plantas a todo el mundo me identifica. 
Es algo de lo que soy, yo creo que es una conexión con mi abuela, pero a través de ella aprendí y tuve la conexión con la naturaleza, mi abuela me enseño que la tierra se trabaja con las manos, y se junta el agua de lluvia en baldes para regarla, me enseño a  hacer compost cuando no estaba de moda y que los pajaritos siempre cantan mejor cuando no están enjaulados. Se volvía loca por viajar a Santiago del Estero, y yo por Córdoba, y aunque vivimos en una ciudad, nos hicimos nuestro ecosistema natural entre tanta tierra en maceta, una suerte de pulmón natural. 
Hoy todo este verde, me conecta, a la tierra y a mi abuela. En este momento de pandemia, virtualidad, donde todo nos tiene encerrados mirando la pantalla, cada instante de conexión con las plantas son mi cable a tierra, me hace extrañar un poco menos la liberta, los abrazos, la naturaleza.   

Ahora el meollo del asunto, es que esto me identifica mucho en como soy, me gustan las fotos con luz natural, aunque tengo todo para montar un estudio, cuando hago montajes siempre los resultados son retratos sumergidos en un ecosistema natural, flotando en las nubes, o entre las olas, con flores que salen de los poros, entre animales y montañas. Muchas personas me han preguntado si duermo entre las plantas, o cuestionarme si tengo ropa o me gasto todo en plantas. En fin, esto me dio la idea de construir algo que podría ser tranquilamente un filtro de instagram o una foto editada con montaje, donde las plantas invaden la cama y yo me sumerjo entre ellas. Me gusta la naturaleza, y me gusta el surrealismo, por eso debo tener plantas adentro de jaulas, y vivo con un conejo de 5 años, que parece más un perro, libre y entre mis pies. 

Una vez más decidí aprovechar la luz natural de mi cuarto, al rededor de las 15hs la luz que entra por el ventiluz entra como en diagonal, generando esa ilusión de luz puntual/fresnel bandereado. Una luz cálida que hace fácil cualquier toma. La iluminación general del cuarto entra por la ventana principal que esta en frente mío, detrás de la cámara. Aproveche un pilar que hay debajo de esa ventana, que es la pared de la escalera, para apoyar la cámara ahí y evitar armar el trípode, así era más fácil manejarla. Nuevamente me corrió el tiempo, porque la luz se iba moviendo al pasar los minutos.
Por otro lado, decidí poner una tela blanca sobre la cama, y alguna textura suave para dar la sensación de ensueño, calidez, comodidad, sobre eso me acomodé. Al rededor, por delante, por atrás, dispuse varias plantas, decidí poner una cerca del lente para que generara un encuadre dentro del cuadro. 
En cuanto a las decisiones técnicas de la cámara, use un f/7.1 para no perder enfoque al rededor, y que no entre tanta luz en la toma, pero tampoco quería cerrarlo demasiado. ISO200 para no perder detalle en las sombras, y que no se perdieran las plantas de fondo. Si bien en la toma orginal hay mayor iluminación, mi idea era hacer el revelado en ligthroom para resaltar un poco mas el colorado de mi pelo y el verde de las plantas (en la toma que elegí no se ve tanto mi pelo pero en las otras sí), y si directo en la captura se veía mas oscura, tras el revelado se iba a perder detalle, por eso no busque que quede más oscura desde las decisiones de cámara.

No quedó tan surrealista como podría hacerlo en montaje digital, le agregaría algún pájaro volando, o al conejo ahí conmigo, pero no se queda quieto. De todas formas quedé muy conforme con los resultados, buscaba representar una Anto, endiosada entre las plantas, en una suerte de jardín del Edén, este universo paralelo dónde me escapo del mundo cuando tanto cemento me tira para atrás. 









Los pájaros cantan mejor cuando no están enjaulados. 

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